En la agricultura moderna, cada vez más productores están descubriendo el potencial de los hongos micorrícicos como biofertilizantes, una alternativa natural que ayuda a mejorar la absorción de nutrientes y el crecimiento de las plantas. Los hongos micorrícicos forman relaciones simbióticas con las raíces de las plantas, ayudándolas a absorber agua y nutrientes esenciales, como fósforo y nitrógeno, de manera más eficiente. Los hongos micorrícicos son un tipo especial de hongo que establece una relación simbiótica con las raíces de las plantas. Existen dos tipos principales: ectomicorrizas y endomicorrizas (arbusculares). Ambos tipos ayudan a las plantas a mejorar su capacidad de absorción de nutrientes, pero las micorrizas arbusculares son las más comunes en cultivos agrícolas y se encuentran en aproximadamente el 80% de las especies de plantas terrestres. Según un estudio publicado en el Journal of Soil Biology and Biochemistry, se estima que el 90% de las plantas de cultivo tienen el potencial de formar relaciones simbióticas con hongos micorrícicos, mejorando así su nutrición y resistencia al estrés.
Uno de los beneficios más notables de los hongos micorrícicos es su capacidad para mejorar la absorción de fósforo, un nutriente crucial para el crecimiento de las plantas y el desarrollo de las raíces. La red de filamentos del hongo, conocida como micelio, se extiende más allá del sistema radicular de la planta, lo que le permite acceder a nutrientes que de otra manera estarían fuera del alcance de las raíces. Estudios realizados por la Universidad de Wageningen en los Países Bajos muestran que los hongos micorrícicos pueden aumentar la absorción de fósforo hasta en un 70% en suelos pobres, comparado con plantas que no están micorrizadas. La estructura de los hongos micorrícicos ayuda a las plantas a acceder a fuentes de agua en el suelo que normalmente no serían alcanzadas por las raíces. Esto es especialmente valioso en climas áridos o durante periodos de sequía, donde el acceso al agua es limitado. Un experimento de campo realizado por el International Center for Agricultural Research in the Dry Areas (ICARDA) encontró que los cultivos micorrizados presentan hasta un 40% más de resistencia a la sequía que aquellos sin hongos micorrícicos, lo que se traduce en mayor rendimiento y calidad del cultivo.
Los hongos micorrícicos también promueven un crecimiento más vigoroso de las plantas. Al mejorar la absorción de nutrientes, estos hongos estimulan el desarrollo de la biomasa de la planta, incluyendo el crecimiento de las raíces y la producción de hojas y frutos. En un estudio publicado en Agriculture, Ecosystems & Environment, se observó que los cultivos de tomate tratados con hongos micorrícicos arbusculares mostraron un aumento del 25% en biomasa total en comparación con los controles no tratados. La utilización de hongos micorrícicos como biofertilizantes permite a los agricultores reducir la cantidad de fertilizantes químicos necesarios, ya que las plantas pueden absorber nutrientes de manera más eficiente. Esto no solo disminuye los costos de producción, sino que también reduce el impacto ambiental asociado con el uso excesivo de fertilizantes. La FAO ha reportado que el uso de biofertilizantes como los hongos micorrícicos puede reducir la necesidad de fertilizantes químicos en un 30-50%, lo que implica ahorros significativos para los agricultores y una menor contaminación del suelo y agua.
Los hongos micorrícicos contribuyen a la salud del suelo al promover la formación de agregados de suelo, mejorando la estructura y aumentando la retención de agua. Un suelo saludable es menos propenso a la erosión y es más productivo a largo plazo, beneficiando tanto a la agricultura como al medio ambiente. Investigaciones realizadas por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) han demostrado que la incorporación de hongos micorrícicos en los cultivos aumenta la estabilidad de los agregados del suelo en un 20-30%, reduciendo significativamente la erosión.
Conclusión
Los hongos micorrícicos y los biofertilizantes como TEOH son una herramienta poderosa para la agricultura sostenible. Su capacidad para mejorar la absorción de nutrientes, aumentar la resistencia a la sequía y reducir la dependencia de fertilizantes químicos los convierte en una alternativa eficaz y ecológica para la fertilización agrícola. Al invertir en biofertilizantes micorrícicos, los agricultores pueden mejorar la salud de sus cultivos y contribuir a la protección del medio ambiente.
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